El metronomo es una herramienta muy importante para todos los músicos, da igual el instrumento que toques, en algún momento has usado un metrónomo, y si no es así estás tardando en empezar. Antes de comenzar, voy a explicar que es para aquel que no lo sepa. Es una herramienta que marca un golpe constante, que puede ser el tempo del tema o el estudio al que nos estamos enfrentando, o puede ser la unidad mas pequeña de la frase o lick que intentamos memorizar. Si quieres mejorar tu ejecución en algo, trabajas con el, comenzando a tempos bajos y progresivamente lo vas aumentando, para así ir aumentando tu destreza en el instrumento. Los metrónomos más clásicos están basados en un mecanismo de un péndulo que oscila, pero por suerte, ya te puedes bajar muchísimas aplicaciones para el móvil totalmente gratuitas.
¿Qué necesita un metrónomo para que sea funcional? Que resalte el bit uno sobre el resto, y a ser posible que como mínimo puedas trabajar los compases de 2/4, ¾ y 4/4 . Existen metrónomos que te marcan las diferentes subdivisiones del compás, desde corcheas, semicorcheas o tresillos.
Piensa en el metrónomo como si fuera la marca que te indican las pesas cuando vas al gimnasio , no tendría sentido que en lugar de aumentar el peso que levantas fueras disminuyéndolo. Pues el metrónomo es una medida exacta de ir aumentando tu pericia de forma progresiva.
Hay varias formas de pensar sobre el metrónomo, algunos lo llevan a rajatabla y es lógico en ciertos estilos musicales, como el pop, el tempo de un tema es el que es, y si lo aceleras o lo retrasas, deja de ser ese tema, de ahí que una gran mayoría de baterías en ese estilo usan el metrónomo durante los conciertos para que el tempo del tema no se vea afectado por su estado anímico.
Existen otro tipo de músicos que estudian con el metrónomo para depurar su técnica y ejecución, pero que a la hora de interpretar algo simplemente se dejan llevar por el pulso como lo sienten en ese momento. En estilos de música más orgánicos, como puede ser el jazz, es totalmente normal que se tienda a hacer variaciones de tempo en función del pasaje o el aire que le esté dando el solista en ese momento. Mi consejo personal, cuando algo te cueste técnicamente, úsalo hasta que lo soluciones.
Es muy importante tener conciencia del tempo en todo momento, dado que te permite tocar pensando en llevar el tempo hacia atrás, a tempo o hacia adelante. Ésta sutil forma de tocar, a mi me costó mucho entenderla, pero con el tiempo lo empiezas a apreciar. Tocar hacia atrás es retrasar levemente la nota que quieres dar, de forma que transmites una sensación de paciencia, calma y reposo. Tocar a tempo, lo indica la propia expresión, consiste en tocar justo la nota donde debería estar. Y tocar adelantado genera una sensación más vertiginosa y a su vez más inestable, realmente esto no se busca mucho, porque puedes llevarte contigo sin querer a algún otro músico de la banda y resultado sería desastroso, además que a título personal a mi no me gusta como suenan las cosas así.
La tendencia que tenemos todos es la de acelerar cuando nos equivocamos y seguimos, o cuando algo es muy fácil. Y solemos bajar el tempo cuando algo nos cuesta más para evitar ese error. El tempo de un tema es el que es, y más si hay un batería con claqueta (que usa metrónomo o claqueta). A todo aquel que no use el metrónomo en su rutina diaria, le aconsejo que lo haga ya, o si no, el día que vaya a grabar en un estudio que nunca pague la sesión por horas, porque se va a arruinar 😛 . Hasta la próxima semana!